El mayor temor de Joaquín "El Chapo" Guzmán no son sus enemigos, sino la cárcel, donde no está dispuesto a regresar. Para evitar una posible captura, el líder del cártel de Sinaloa se rodea de un grupo de 30 sicarios que integran su primer círculo de seguridad y simulan ser militares.
Viste, al igual que sus escoltas, uniforme camuflado cuando permanece en la zona serrana enclavada en el denominado Triángulo dorado (Chihuahua, Sinaloa y Durango). El objetivo es tener más posibilidades de escapar en caso de que logren cercarlo las fuerzas armadas.
Así lo relató a las autoridades federales Manuel Fernández Valencia, La Puerca, socio y amigo, quien dijo que en los encuentros personales que sostuvo con El Chapo Guzmán éste le confió: “Conocí la prisión (…) es lo peor que puede existir y no regresaré”.
De acuerdo con La Puerca, detenido por la Policía Federal y bajo arraigo, Guzmán Loera se preocupa más por ser detenido que por sus enemigos. Utiliza vestimenta tipo militar cuando está en la sierra y lo mismo hacen sus escoltas, quienes portan armamento de alto poder lesivo.
En su declaración —a la que un medio de comunicación nacional tuvo acceso—, Fernández Valencia insiste en que el mayor miedo del capo sinaloense es volver a un penal de máxima seguridad.
Guzmán Loera se fugó el 19 de enero de 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, hecho calificado por el entonces presidente Vicente Fox de “autogol” a su administración.
La Puerca comentó que el jefe del cártel de Sinaloa acostumbra permanecer en cabañas construidas de adobe y madera en la sierra del Triángulo dorado, mismas que tienen en los techos tierra y pasto para evitar ser detectadas por aeronaves de las fuerzas federales.
Sin embargo, El Chapo tampoco se siente totalmente seguro en esa zona y cambia constantemente de cabaña para dificultar una posible ubicación de la autoridad.
Según declaraciones rendidas anteriormente por La Puerca, Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, hijos de El Chapo, operan puestos clave del cártel de Sinaloa.
La última vez que vio al capo, previa autorización de Alfredo Guzmán, fue hace cuatro meses. Para llegar al lugar abordó una avioneta en Culiacán; después de una hora aterrizó en la sierra y se trasladó en cuatrimoto, durante 45 minutos, hasta el punto de reunión.
Fernández Valencia fue aprehendido en Culiacán, Sinaloa. Un comando intentó rescatarlo, por lo que se inició un enfrentamiento con agentes federales.
Contra La Puerca existe una orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos, fechada en septiembre de 2009, por delitos contra la salud en una Corte federal de Illinois.
Las autoridades lo identifican como el principal operador e introductor de droga a Estados Unidos del cártel de Sinaloa.
Fuente: frontera.info
Viste, al igual que sus escoltas, uniforme camuflado cuando permanece en la zona serrana enclavada en el denominado Triángulo dorado (Chihuahua, Sinaloa y Durango). El objetivo es tener más posibilidades de escapar en caso de que logren cercarlo las fuerzas armadas.
Así lo relató a las autoridades federales Manuel Fernández Valencia, La Puerca, socio y amigo, quien dijo que en los encuentros personales que sostuvo con El Chapo Guzmán éste le confió: “Conocí la prisión (…) es lo peor que puede existir y no regresaré”.
De acuerdo con La Puerca, detenido por la Policía Federal y bajo arraigo, Guzmán Loera se preocupa más por ser detenido que por sus enemigos. Utiliza vestimenta tipo militar cuando está en la sierra y lo mismo hacen sus escoltas, quienes portan armamento de alto poder lesivo.
En su declaración —a la que un medio de comunicación nacional tuvo acceso—, Fernández Valencia insiste en que el mayor miedo del capo sinaloense es volver a un penal de máxima seguridad.
Guzmán Loera se fugó el 19 de enero de 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, hecho calificado por el entonces presidente Vicente Fox de “autogol” a su administración.
La Puerca comentó que el jefe del cártel de Sinaloa acostumbra permanecer en cabañas construidas de adobe y madera en la sierra del Triángulo dorado, mismas que tienen en los techos tierra y pasto para evitar ser detectadas por aeronaves de las fuerzas federales.
Sin embargo, El Chapo tampoco se siente totalmente seguro en esa zona y cambia constantemente de cabaña para dificultar una posible ubicación de la autoridad.
Según declaraciones rendidas anteriormente por La Puerca, Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, hijos de El Chapo, operan puestos clave del cártel de Sinaloa.
La última vez que vio al capo, previa autorización de Alfredo Guzmán, fue hace cuatro meses. Para llegar al lugar abordó una avioneta en Culiacán; después de una hora aterrizó en la sierra y se trasladó en cuatrimoto, durante 45 minutos, hasta el punto de reunión.
Fernández Valencia fue aprehendido en Culiacán, Sinaloa. Un comando intentó rescatarlo, por lo que se inició un enfrentamiento con agentes federales.
Contra La Puerca existe una orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos, fechada en septiembre de 2009, por delitos contra la salud en una Corte federal de Illinois.
Las autoridades lo identifican como el principal operador e introductor de droga a Estados Unidos del cártel de Sinaloa.
Fuente: frontera.info
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