Martina Maturana se enteró del fuerte sismo a través de su abuelo y corrió hasta una plaza de Robinson Crusoe, la principal isla del archipiélago, avisando a la gente del peligro.
Una niña de 12 años salvó la vida de buena parte de los habitantes del archipiélago Juan Fernández, a 600 kilómetros de la costa chilena, al alertar sobre las olas gigantes que devastaron las islas tras el terremoto que este sábado asoló el centro y sur de Chile.
Según publica hoy el diario La Tercera, la menor, llamada Martina Maturana, se enteró del fuerte sismo a través de su abuelo, residente en Valparaíso, y corrió hasta una céntrica plaza de Robinson Crusoe, la principal isla del archipiélago, e hizo sonar un gong, que es la alarma del pueblo para estos casos.
La señal despertó a varios lugareños de la isla, quienes también empezaron a tocar campanas y a huir hacia las alturas, minutos antes de que una ola gigante destruyera buena parte del territorio, donde por el momento se han registrado ocho víctimas fatales y 13 desaparecidos.
La menor, hija de un carabinero destinado en la isla Robinson Crusoe, percibió el terremoto como un leve temblor, aunque avisó a su padre, quien llamó a Valparaíso para conocer el estado de su familia.
Al escuchar la magnitud del movimiento telúrico, la niña observó por la ventana que los botes varados en la bahía saltaban y chocaban entre ellos, tras lo que corrió a la plaza del pueblo para hacer sonar la alarma y salvar muchas vidas entre los cerca de 700 habitantes de la isla.
El gobernador de Valparaíso, Ricardo Bravo, viajó este domingo al archipiélago, donde aseguró que "no quedó nada" .
Según explicó, las olas ingresaron 300 metros en el territorio de la isla y destrozaron las viviendas de unos 200 habitantes, que fueron albergados en casas vecinas.
El terremoto, de 8.8 grados Richter, ha dejado hasta el momento 711 fallecidos y dos millones de damnificados.
Fuente: eluniversal.com.mx
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