La candidatura presidencial del colombiano Antanas Mockus podría revitalizar a Latinoamérica
En 1990 Perú se enfrentó a un fenómeno similar con, desgraciadamente, pésimos resultados. En aquel entonces un académico "chinito" en un escarabajo volkswagen, Alberto Fujimori, bajo el paraguas de Cambio 90 derrotó a Mario Vargas Llosa y con él al sistema peruano. El discurso anti-institucional de Fujimori lo llevó al poder y la desinstitucionalización llevó a Perú al caos. El caso de Colombia es radicalmente distinto. Mockus, filósofo y matemático, fue el primer alcalde de Bogotá sin partido y abrió el campo para una política hecha para y desde los ciudadanos. Pero lo más interesante, más allá de los ya muy conocidos y reconocidos méritos de su alcaldía en Bogotá, es la construcción de la actual candidatura. La gira de los llamados "tres tenores" en la que tres ex alcaldes bogotanos, Mockus, Peñaloza y Garzón salieron juntos a pedir el voto, en una especie de primarias ciudadanas, fue un ejercicio democrático que ningún otro partido fue capaz de hacer, porque siguen metidos en la lógica tradicional de lucha por el poder. Terminadas las primarias de los tres tenores sumaron a Sergio Fajardo, el exitoso ex alcalde de Medellín. Es decir, a diferencia del Fujimori solitario y anti-institucional en Perú, la candidatura de Antanas Mockus es producto de la suma de voluntades, de procesos de ciudadanización de la política, y de revaloración de los principios básicos de la democracia. La de Antanas es una candidatura contra-institucional.
La llegada de Mockus a la presidencia de Colombia refrescaría la política no sólo de su país sino de todo Latinoamérica. Frente a un sistema de partidos agotado y anquilosado en prácticamente todas las democracias del continente, la aparición de un proyecto de país construido desde las virtudes de la política y no desde los arreglos del poder marcan una diferencia sustancial, pero sobre todo revitalizan y actualizan la democracia en momentos en que la tentación del autoritarismo recorre América Latina. La victoria de Mockus sería en realidad el triunfo de una forma distinta de hacer política. Será fascinante ver la sencillez de Antanas frente a la prepotencia de Chávez; el naturalidad del colombiano frente lo acartonado de Felipe Calderón; el humor del bogotano frente a la rigidez de Raúl Castro. Será maravilloso, si los colombianos así lo deciden, tener motivos para hablar bien de la democracia y para apostar el trasero por un futuro mejor.
Fuente: elpais.com
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