14 de Abril de 2010.
Una combinación de sensores bioacústicos simples y un software sofisticado de aprendizaje automático son la base del diseño de un nuevo y revolucionario sistema que hará posible que las personas utilicen su brazo y los dedos de la mano (o, potencialmente, cualquier otra parte de sus cuerpos) como almohadillas táctiles mediante las cuales controlar teléfonos inteligentes (smartphones) u otros dispositivos portátiles.
El nuevo sistema, denominado Skinput, ha sido desarrollado por Chris Harrison, en el Instituto de Interacción Hombre-Ordenador (HCII) de la Universidad Carnegie Mellon, junto con Desney Tan y Dan Morris de Microsoft Research.
Skinput podría ayudar a la gente a aprovechar mejor la gran potencia de computación presente hoy en día en diversos dispositivos electrónicos de bolsillo. El diminuto tamaño que hace tan fáciles de llevar encima a los smartphones, los reproductores de MP3 y otros aparatos digitales es también lo que limita la facilidad de manejo y la utilidad práctica de sus teclados numéricos, pantallas táctiles y otros elementos típicamente usados para controlar las funciones de tales aparatos miniaturizados.
Con Skinput, ya no dependemos de esos elementos de control tan frustrantemente pequeños: Podemos usar nuestra propia piel como si fuera un teclado u otro elemento de control.
En un prototipo desarrollado por Harrison, varios sensores acústicos van colocados en la parte superior del brazo (entre el codo y el hombro). Estos sensores captan el sonido generado por acciones tales como dar golpecitos con las puntas de los dedos sobre el brazo. No lo recogen a través del aire, sino de la piel y los huesos.
Harrison y sus colegas comprobaron que el golpecito dado con la punta de cada uno de los dedos, o el golpecito dado sobre alguna de hasta diez ubicaciones en el brazo, es distinto de todos los demás, ya que cada uno produce una firma acústica diferente y exclusiva, que los programas de aprendizaje automático pueden aprender a identificar. Estos programas informáticos, que mejoran su capacidad de identificación a medida que acumulan experiencia, fueron capaces, en los experimentos, de determinar la identidad de cada tipo de golpecito mediante el análisis de 186 rasgos distintos de las señales acústicas, incluyendo frecuencias y amplitud.
En una prueba en la que participaron 20 individuos, el sistema fue capaz de clasificar las órdenes con un 88 por ciento de precisión global.
El prototipo de brazalete incluye tanto el conjunto de sensores como un pequeño proyector que puede superponer botones de color sobre el brazo del sujeto portador. El usuario puede utilizar esos botones proyectados sobre su piel para navegar a través de menús de comandos. Adicionalmente, un teclado numérico puede ser proyectado sobre la palma de la mano. Los dispositivos más simples, como muchos de los reproductores de MP3, pueden ser controlados mediante los golpecitos de los dedos sin necesidad de proyectar botones.
Aunque el dispositivo es todavía un tanto voluminoso en su forma actual de brazalete, debido al conjunto de sensores, este conjunto podría ser fácilmente miniaturizado en próximos prototipos de modo que pueda ser llevado por el usuario como si fuera un reloj de pulsera.
Fuente: amazings.com
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