La ciudadana británica Vicky Harrison, 21 años, determinó quitarse la vida al estar cansada de tocar puertas y ser rechazada por los empleadores, quienes no veían en ella la persona ideal para ocupar las vacantes
La crisis económica mundial y la falta de oportunidades laborales fueron los causantes de que la joven británica Vicky Harrison, 21 años, determinara quitarse la vida, al estar cansada de ser rechazada de más de 200 trabajos en los últimos dos años:
"Vicky era una niña brillante, burbujeante e inteligente, pero se deprimió al no poder encontrar un empleo. Encontraba humillante llevar tanto tiempo sin trabajar y no pudo aguantar más", declaró al periódico Daily Mail la señora Harrison, madre de la joven, quien aseguró que su hija llegaba a hacer hasta doce entrevistas por semana y se candidateaba para toda clase de trabajos, incluyendo los de camarera o niñera:
"Ella era una chica hermosa y tenía una sonrisa impresionante. Era demasiado inteligente. No había ninguna razón por la cual no fuese capaz de encontrar un trabajo", comentó Mathan Howarth, quien fuera novio de Vicky.
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