PHOENIX, Arizona.— La gobernadora Jan Brewer promulgó la que es considerada la ley más severa contra la migración ilegal en EU, pese a que el presidente Obama la calificó de “irresponsable y mal encaminada”.
La legislación, que entrará en vigor en 90 días, convierte en un delito estatal el encontrarse ilegalmente en el país. También obligará a los agentes policiacos a interrogar a cualquier persona sobre su situación migratoria, tan sólo ante la sospecha de que ese individuo vive de manera ilegal en el país.
Obama advirtió en Washington que la reforma podría violar los derechos civiles de la gente, y ha instruido al Departamento de Justicia a analizar la medida para determinar si es legal.
Jan Brewer justificó su decisión y culpó al gobierno federal y al Congreso por la falta de acciones para reforzar la seguridad fronteriza; aseguró que Arizona no está dispuesto a “seguir sacrificando la seguridad de sus ciudadanos por la codicia homicida de los cárteles”.
Dijo que no se puede permanecer indiferente “mientras los secuestros y la violencia de los cárteles comprometen nuestra calidad de vida”.
Sin embargo, defensores de los derechos humanos dicen que la nueva ley conduciría a la individuación racial y disuadiría a los hispanos a denunciar delitos. Cientos de latinos protestaron el jueves frente al Capitolio estatal.
El patrocinador del proyecto, el senador republicano Russell Pearce, dijo que la ley liberaría a los policías de trabas políticas y ayudaría a desalojar del estado a los indocumentados. Arizona tiene unos 460 mil inmigrantes ilegales y es el cruce fronterizo más activo de la nación.
Defensores de los derechos civiles y de los inmigrantes calificaron como racista y vergonzosa la nueva ley antiinmigrante de Arizona, la SB1070, ya que “institucionaliza el racismo porque permite arrestos de la policía por la apariencia de la persona”, denunció el vicepresidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, Eliseo Medina.
La organización proinmigrante Fraternidad Americana calificó de “hitleriana” la nueva ley. La Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados condenó el “reinado de terror racial” en el estado de Arizona.
El embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, lamentó la decisión de la gobernadora Jan Brewer, y anunció que las autoridades mexicanas utilizarán todos los recursos diplomáticos, políticos y económicos que están a su alcance para responder.
“Eso es discriminación racial”, aseguró Sarukhán en un mensaje que posteó en su cuenta de Twitter.
En un comunicado oficial, la Cancillería mexicana estableció que “la criminalización no es el camino para resolver el fenómeno de la inmigración indocumentada. La existencia de mercados laborales transfronterizos exige soluciones integrales y de largo plazo”.
Agrega que la nueva ley afecta la relación entre Arizona y México y obliga al gobierno a plantearse la viabilidad y la utilidad de los esquemas de cooperación que se han desarrollado con Arizona.
Fuente: eluniversal.com.mx
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