Sin duda el éxito incluye sus dosis de suerte.
Cinco casos recopilados por el sitio de Internet Cracked.com ejemplifican esta última posibilidad. Los fundadores de Ferrari, Lego, Sharp, Coca-Cola y la revista pornográfica Hustler encarrilaron sus negocios después de estar a punto de perderlo todo.
Alguno de ellos incluso debió sobreponerse a la pérdida de dos familiares muy cercanos: su hermano y su padre, además de una enorme suma de dinero, en una época de mala fortuna familiar. Aquí te presentamos las cinco historias.
Lego. El carpintero danés Ole Kirk Christiansen era exitoso en el negocio de la construcción. Pero en 1924 su negocio ardió en llamas tras un incendio iniciado por sus hijos.
Luego del desastre realizó una remodelación de su negocio, pero la crisis económica de aquella época lo obligó a construir piezas de madera cada vez más pequeñas.
Pasó poco tiempo antes de que incursionara en la fabricación de juguetes y partir de 1949, con la mayor accesibilidad del plástico, apuntaló su negocio al vender pequeños bloques, parecidos a ladrillos, destinados a la construcción a pequeña escala.
Sharp. En 1912, Tokuji Hayakawa inició una tienda de metales en la capital de Japón. Al poco tiempo ideó construir lápices y los llamó Ever-Ready Sharp ("siempre listos y afilados"). Vendió su idea y obtuvo un primer gran pedido, pero la mala fortuna le impidió completarlo. De ese modo, perdió credibilidad, clientes y mucho dinero.
Endeudado, quiso comenzar de nuevo en Osaka, Japón. Se encontraba listo para hacerlo cuando escuchó hablar del radio y decidió que su empresa podía fabricarlos. De esa manera inició una compañía de artículos electrónicos llamada en función de una publicidad para lápices.
Ferrari. Enzo Ferrari, fundador de la marca, tuvo el sueño de convertirse en piloto de carreras desde que su padre lo llevó ver una competencia de automóviles aBolonia, Italia, cuando apenas tenía diez años. Su sueño se hizo realidad en 1919, cuando cumplió 21. Pero antes tuvo que dedicarse a herrar mulas para el ejército italiano, durante la primera guerra mundial.
En 1916, el padre y el hermano mayor de Enzo Ferrari fallecieron contagiados por un brote de influenza que hubo en Italia. El propio Enzo se contagió, pero logró superar la enfermedad. De hecho, su padecimiento lo alejó del ejército, lo envió de vuelta a su casa en Módena y lo orilló a buscar trabajo en la industria del automovilismo, ya que al morir su padre el negocio familiar había quebrado. Poco después, fundó Ferrari.
Coca-Cola. El farmaceuta de Atlanta John Pemberton ideó una infalible receta bebible a finales del siglo XIX: incluía diferentes mezclas entre las cuales se encontraba hojas de coca y alcohol, le llamaban "el vino de la coca", predecesor al producto actual. Pero el destino dejó de sonreírle hasta el siguiente siglo, cuando el alcohol fue prohibido y su inventó estaba a punto de ser un fracaso.
Pemberton tomó la decisión de sustituir el contenido etílico de su bebida con cafeína y azúcar. Según algunas fuentes, al parecer el farmacéutico luchó favor de los confederados en la guerra donde parece que, debido a sus heridas, se pudo hacer adicto a la morfina y la cocaína, según la Enciclopedia Birtánica y otros sitios.
Su brebaje trataba de saber igual, pero sin alcohol. Al principio, Pemberton la trató como medicina para curar muchos males, pero luego se volvió una bebida de sabor.
Después logró vender los derechos a varias personas y liego de diversos vericuetos legales, el 8 de mayo de 1886 vendió las primeras botellas de este nuevo brebaje al que llamo Coca-Cola.
Actualmente las estadísticas muestran que el consumo mundial de Coca-Cola excede decenas de miles de botellas por segundo.
Hustler. El operador de radio Larry Flynt empleó sus ahorros en abrir un bar alrededor de 1970. Tuvo éxito y abrió dos bares más, pero después, contempló que sus negocios podrían tener mujeres bailando y clientela exclusivamente masculina. Siguió teniendo éxito.
Así que abrió una cadena de centros nocturnos exclusivamente para hombres y en donde había mujeres bailando llamada Hustler.
Su éxito se vio frenado en 1973. A consecuencia de una crisis petrolera y económica, sus clientes comenzaron a preferir ahorrarse el dinero que gastaban en sus centros nocturnos y lo abandonaron.
Para llamarlos de vuelta, Flynt comenzó a distribuir propaganda con imágenes de las mujeres que bailaban en sus clubes. Más tarde, convirtió la propaganda en una exitosa y rentable revista pornográfica, Hustler desde 1974.
La revista tiene una circulación de aproximadamente 500 mil ejemplares y el imperio de Flint incluye video, estudios de grabación, un casino en Gardena, California, sexshops, un canal de televisión y diversos centros nocturnos.
Su historia se popularizó aún más en 1996 por la película "El nombre del escándalo" del cineasta Oliver Stone.
Actualmente Flint ha tenido problemas de salud, y hasta un infarto, producido por la adicción a los calmantes; está paralizado de cintura para abajo debido a un intento de asesinato, según Wikipedia.
Fuente: de10.com.mx
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